Editorial: Random House Mondadori
Escritor: China Miéville
Páginas : 446
ISBN : 978-84-15831-00-6
Original : --
Valoración: 988
Traductor: Gemma Rovira
Status: Muy Recomendable
Categoría: SpaceOpera
Precio (aprox.) : 18,90€
Opinión:
Probablemente el mejor libro que he leído este 2013. Mi debilidad por este escritor único seguramente me condiciona. Pero si miráis algunos blogs veréis que la mayoría coinciden con el que les escribe estas líneas; esta obra ha gustado bastante y creo que es de las que formarán parte del acervo de la ciencia ficción de principios de siglo XXI. De China no puedo dejar de pensar que tiene estilo y clase. Un escritor que cuida mucho el contexto de sus novelas. Y que en esta joya es capaz de crear un universo singular y evocador.
China Miéville me gusta porque, principalmente escribe condenadamente bien y además cuida aspectos de las novelas que otros, o la mayoría, solo pincela, me refiero a este gusto casi perfeccionista por las arquitecturas de las ciudades. Y en este caso no es precisamente donde más se luce. Probablemente sus anteriores novelas como "La estación de la calle perdido" o "La ciudad y la Ciudad" aún son mucho más precisas y ese elemento aún es más evidente. En Embassytown (la ciudad embajada) aunque el nombre pueda pensar que dicha ciudad es un elemento clave e importante no lo es; el motor principal que define el argumento no es precisamente la ciudad aunque como todo lo que hace este escritor tiene un significado más soterrado que la lectura más ligera.
En esta novela la ciudad embajada no es otra cosa que el arquetipo de una ciudad fronteriza. Fronteriza con lo desconocido, en este caso el último puente hacía un universo por descubrir. Aún así esto solo es el condimento de un gran plato. Embassytown es un libro social como todo lo que escribe este escritor. Paradigma de lo que debe ser la ciencia ficción hoy superada la adolescencia de aprovechar solamente el aspecto fantástico y maravilloso del gadget tecnológico, el acné de las spaceOpera o el extremismo perpendicular de la new age que con un giro de 180º que tampoco era una evolución coherente.
China aborda un aspecto tan único y maravilloso como el lenguaje de una civilización indígena; con un aspecto tan original como que el propio lenguaje deja de ser un mecanismo de comunicación únicamente para convertirse en un elemento básico y formativo de una especie. De hecho para ser estrictos hablar de lenguaje sería algo muy pobre o esquemático con lo que llega a definir y a crear China para esta novela. Soberbio y descomunalmente novedoso al menos para mi conocimiento del género.
Pero para convertir sólo una gran idea en una novela realmente excepcional el resto de elementos estructurales, diálogos, ambientación, estilismo y personajes, es redondo. Añade personajes muy completos, muy bien construidos con muchas aristas, muy humanos en definitiva. Una historia de revolución, crisis, política, sociología, aventuras y guerra enmarcado en un universo complejo muy bien planteado y verosímil. Con una protagonista que huída de su mundo se convierte en ese héroe desconocido sin ser una perdona vidas y donde sus vivencias y experiencias le permiten tener la suficiente entereza y visión para saber como abordar el problema en los momentos claves.
Esta novela justifica muchos sin sabores del género, cuando encuentras piezas de este tipo es cuando ves el potencial que nunca puede conseguir la literatura más tradicional. Ciencia ficción de enorme factura; de lo mejor. No la dejen escapar.
Contraportada: China Miéville me gusta porque, principalmente escribe condenadamente bien y además cuida aspectos de las novelas que otros, o la mayoría, solo pincela, me refiero a este gusto casi perfeccionista por las arquitecturas de las ciudades. Y en este caso no es precisamente donde más se luce. Probablemente sus anteriores novelas como "La estación de la calle perdido" o "La ciudad y la Ciudad" aún son mucho más precisas y ese elemento aún es más evidente. En Embassytown (la ciudad embajada) aunque el nombre pueda pensar que dicha ciudad es un elemento clave e importante no lo es; el motor principal que define el argumento no es precisamente la ciudad aunque como todo lo que hace este escritor tiene un significado más soterrado que la lectura más ligera.
En esta novela la ciudad embajada no es otra cosa que el arquetipo de una ciudad fronteriza. Fronteriza con lo desconocido, en este caso el último puente hacía un universo por descubrir. Aún así esto solo es el condimento de un gran plato. Embassytown es un libro social como todo lo que escribe este escritor. Paradigma de lo que debe ser la ciencia ficción hoy superada la adolescencia de aprovechar solamente el aspecto fantástico y maravilloso del gadget tecnológico, el acné de las spaceOpera o el extremismo perpendicular de la new age que con un giro de 180º que tampoco era una evolución coherente.
China aborda un aspecto tan único y maravilloso como el lenguaje de una civilización indígena; con un aspecto tan original como que el propio lenguaje deja de ser un mecanismo de comunicación únicamente para convertirse en un elemento básico y formativo de una especie. De hecho para ser estrictos hablar de lenguaje sería algo muy pobre o esquemático con lo que llega a definir y a crear China para esta novela. Soberbio y descomunalmente novedoso al menos para mi conocimiento del género.
Pero para convertir sólo una gran idea en una novela realmente excepcional el resto de elementos estructurales, diálogos, ambientación, estilismo y personajes, es redondo. Añade personajes muy completos, muy bien construidos con muchas aristas, muy humanos en definitiva. Una historia de revolución, crisis, política, sociología, aventuras y guerra enmarcado en un universo complejo muy bien planteado y verosímil. Con una protagonista que huída de su mundo se convierte en ese héroe desconocido sin ser una perdona vidas y donde sus vivencias y experiencias le permiten tener la suficiente entereza y visión para saber como abordar el problema en los momentos claves.
Esta novela justifica muchos sin sabores del género, cuando encuentras piezas de este tipo es cuando ves el potencial que nunca puede conseguir la literatura más tradicional. Ciencia ficción de enorme factura; de lo mejor. No la dejen escapar.
En medio de la capital de un planeta ubicado en la más remota periferia del universo, se erige la Ciudad Embajada, un enclave diplomático asentado por colonos humanos. Aquí los humanos no son la única forma de vida inteligente. Avice, una de los colonos, goza de un raro y especial vínculo con los seres autóctonos, los enigmáticos Anfitriones... Aunque no puede hablar con ellos. Los únicos humanos que han dominado su peculiar Idioma son un pequeño cuadro de Embajadores.
De repente el frágil equilibrio en que conviven humanos y extraterrestres se verá trastornado por la llegada de un nuevo Embajador. En cuanto los Anfitriones escuchen su insólito discurso, los cambios no se harán esperar. Y al avecinarse un cataclismo de proporciones incalculables, Avice se dará cuenta de que el único camino de salvación es que ella intente lo imposible; comunicarse directamente con los Anfitriones.Otras reseñas de China Miéville en ECP:
- El consejo de Hierro --768
- La ciudad y la ciudad -- 878
Otras reseñas en ECP:
- El club de la lucha (Chuck Palahniuk) -- 979
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