Otro volumen de cuentos esta vez centrado en un único autor el australiano Greg Egan. Uno de los autores abanderado de la llamada ciencia ficción dura o hard actual, junto con Robert L. Forward, Greag Bear o el prometedor Charles Stross.
Egan es de ese tipo de autores que tienden a primar más la argumentación técnico-científica por encima de la perfilación y definición de personajes provocando como consecuencia novelas a veces con personajes muy estereotipados o en jerga literaria, planos y de poco valor literario. Aún así es encomiable los esfuerzos de Egan por intentar huir de ese apelativo que ha ido recibiendo gracias a sus obras después de novelas como Ciudad Permutación, el Instante Aleph o Cuarentena que han marcando cierta opinión sobre sus trabajos en cierta medida estériles y asépticos de personajes interesantes, de riqueza y profundidad literaria; aunque lo suple con argumentos de ciencia ficción en estado primigenio de un potencial enorme por explotar.
Egan es un generador de ideas, un pensador puro que le cuesta desplazar esos magníficos conceptos a historias de mayor calado literario.
Pero la ciencia ficción es un género que no solamente perdona esta falta de calidad para ciertas obras sino que creo que las alienta porque son necesarias para el genero. Estos autores son sobre los que se sustenta buena parte del género. Ya en su día autores clásicos como Lester del Rey, Wells, Larry Niven, Clarke, el mitificado Asimov y muchos otros pusieron las bases para que autores más estilistas revisaran las ideas que ellos crearon e hicieran obras mejores, dignas de codearse con los grandes clásicos de otros géneros.
Para el caso de los cuentos de Oceánico encontramos tres historias interesantes en sus argumentos pero de calidad discutible. Exceptuando el cuento Oceánico que es un buen intento, de Egan, para crear personajes plausibles y centrar la argumentación en las vivencias de los mismos más que en las teorías de ficción desarrolladas. Tanto Oraculo una historia totalmente canónica de lo que es ciencia ficción hard y Singleton están más en sintonía con lo que se puede esperar de Egan dande lo mejor de su talento especulando con ideas maravillosas.
Aquí detallamos unas pinceladas sobre cada cuento :
Oceánico es la historia de los humanos adaptados genéticamente a un planeta y como a través de la fuerza del método científico puede hacer caer barreras que están gravadas en nuestra genética y de las cuales no es fácil renunciar.
Oráculo es una fábula interesante donde nos expone un discurso maravillosos sobre el teorema de incompletitud de Kurt Gödel y sus implicaciones respecto a la inteligencia artificial.
Finalmente Singleton, un cuento muy útil para entender lo que implica la teoría cuántica en el desarrollo de ordenadores de próximas generaciones, pero como cuento queda algo flojo le falta verosimilitud.
Constatar para finalizar que Oceánico es ganadora de premios en categoría de novela corta en los Hugo y Locus y los otros dos cuentos han sido finalistas en estos premios y en otros premios de menor renombre.
Por último animar a Luis Pestarini en su andura editorial para que siga publicando libros.
Valoración 663
Otras reseñas en ECP : Premio UPC 2004, Vitales, Incordie a Jack Barron.
Technorati Tags : reseña, libro, ficcion, cuentos, gregegan, cuasar.
Egan es de ese tipo de autores que tienden a primar más la argumentación técnico-científica por encima de la perfilación y definición de personajes provocando como consecuencia novelas a veces con personajes muy estereotipados o en jerga literaria, planos y de poco valor literario. Aún así es encomiable los esfuerzos de Egan por intentar huir de ese apelativo que ha ido recibiendo gracias a sus obras después de novelas como Ciudad Permutación, el Instante Aleph o Cuarentena que han marcando cierta opinión sobre sus trabajos en cierta medida estériles y asépticos de personajes interesantes, de riqueza y profundidad literaria; aunque lo suple con argumentos de ciencia ficción en estado primigenio de un potencial enorme por explotar.
Egan es un generador de ideas, un pensador puro que le cuesta desplazar esos magníficos conceptos a historias de mayor calado literario.
Pero la ciencia ficción es un género que no solamente perdona esta falta de calidad para ciertas obras sino que creo que las alienta porque son necesarias para el genero. Estos autores son sobre los que se sustenta buena parte del género. Ya en su día autores clásicos como Lester del Rey, Wells, Larry Niven, Clarke, el mitificado Asimov y muchos otros pusieron las bases para que autores más estilistas revisaran las ideas que ellos crearon e hicieran obras mejores, dignas de codearse con los grandes clásicos de otros géneros.
Para el caso de los cuentos de Oceánico encontramos tres historias interesantes en sus argumentos pero de calidad discutible. Exceptuando el cuento Oceánico que es un buen intento, de Egan, para crear personajes plausibles y centrar la argumentación en las vivencias de los mismos más que en las teorías de ficción desarrolladas. Tanto Oraculo una historia totalmente canónica de lo que es ciencia ficción hard y Singleton están más en sintonía con lo que se puede esperar de Egan dande lo mejor de su talento especulando con ideas maravillosas.
Aquí detallamos unas pinceladas sobre cada cuento :
Oceánico es la historia de los humanos adaptados genéticamente a un planeta y como a través de la fuerza del método científico puede hacer caer barreras que están gravadas en nuestra genética y de las cuales no es fácil renunciar.
Oráculo es una fábula interesante donde nos expone un discurso maravillosos sobre el teorema de incompletitud de Kurt Gödel y sus implicaciones respecto a la inteligencia artificial.
Finalmente Singleton, un cuento muy útil para entender lo que implica la teoría cuántica en el desarrollo de ordenadores de próximas generaciones, pero como cuento queda algo flojo le falta verosimilitud.
Constatar para finalizar que Oceánico es ganadora de premios en categoría de novela corta en los Hugo y Locus y los otros dos cuentos han sido finalistas en estos premios y en otros premios de menor renombre.
Por último animar a Luis Pestarini en su andura editorial para que siga publicando libros.
Valoración 663
Otras reseñas en ECP : Premio UPC 2004, Vitales, Incordie a Jack Barron.
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