Editorial: Paidós / Espasa
Escritor: Johann Hari
Páginas : 434
ISBN : 978-84-493-3125-1
Original : Chasing the scream
Valoración: 987
Traductor: María José Viejo Pérez
Status: Muy Recomendable
Categoría: Ensayo
Precio (aprox.) : 25,95€
Opinión:
Un libro visceral y a cara descubierta, periodismo de investigación de calidad y que no aburre.
Todo lo contrario al duermevelas es apasionado y cargado de mucho emotividad.
El libro nos sumerge através de diferentes puntos de vista del mundo de la droga, nos da una imagen coral de los participantes en el mundo de la droga y la gente en lucha contra ella. Una guerra que se libra desde hace 90 años y no parece tener fin en 100 más.
El libro rompe decenas de mitos que nos han contado sobre el mundo de la drogas. No es un canto absolutamente a favor de las Drogas pero si que analiza el contexto, el origen de la prohibición, su evolución, las implicaciones diarias y cuales son las propuestas con éxito que se están realizando por el mundo.
La técnica narrativa es una de sus mejores bazas, esta escrito no desde la frialdad de los datos, que haberlos los hay, sino desde la perspectiva de cada personaje entrevistado, desde la visión de personas concretas y su pequeño mundo alrededor de la droga. Psicológicamente tiene un efecto devastador en el lector, ya que no hablamos de muertos en general o de cifras de crímenes o de más cifras de drogadictos, sino que en todo momento nos habla de historias reales de personas con nombre y apellidos. Cada persona nos da una perspectiva nueva y una visión personal y de contacto con el autor en el que nos explica su historia desde su punto de vista y sin querer dar ni ejemplo, ni sermones, ni verdades.
El libro tiene esa capacidad de trasladar empatía con cada personaje, desde los más inocentes, hasta el sicario, pasando por la víctima, el traficante, el camello, el policía el drogadicto e incluso políticos.
El libro rompe mitos en todos los frentes.
En primer lugar nos habla del origen del porque de la prohibición, se prohiben las Drogas en EUA y como dicha prohibición y la capacidad de manipulación de la política mundial fue implicando el resto de países en un guerra sin control alguno.
Nos habla de racismo, aunque parezca extraño el origen de la prohibición de las drogas va muy ligado al racismo imperante en los años 30 y 40.
Anterior a esa época las drogas en general no estaba supeditadas a prohibiciones.
La prohibición nace de las fuertes visiones y convicciones de Harry Anslinger. Convicciones de raíces ideológicas racistas sobre la supremacía blanca. Ayudado por una posición de poder que le permitió el desarrollo de sus obsesiones, todo ello apoyado por una clase blanca dominante que vio en la prohibición de las drogas el control de minorías que habían llegado a los EUA sin darse cuenta de lo que significaría a largo plazo. En el caso de Harry Anslinger al final de su vida el libro nos explica que aquello que tanto odio y persiguió, fue lo que necesito para evitar el dolor de una enfermedad terminal. Mientras que en su larga lucha contra las drogas persiguió tanto consumidores como médicos que recetaban drogas como paliativos ante el dolor por ejemplo o en personas que siendo adictas no podían recibir una dosis. Y se convertían en delincuentes para poder sobrevivir y llevar su adicción.
Junto a Harry Anslinger se cruzo la historia y vida de Billie Holiday una de las mejores voces que ha dado el jazz, fue perseguida por Harry por ser una drogadicta hasta su muerte.
A partir de aquí el libro nos expone el proceso que llevo a convertir las drogas en la gran estafa de nuestro tiempo. Como Harry Anslinger luchó autoritariamente contra cualquiera que opinará diferente a él respecto a las drogas.
El libro después aporta información de como después de la derogación de la ley Seca las mafias vieron en Harry Anslinger y su lucha contra las drogas un nuevo mercado por explotar. Y fueron las propias mafias las que mas aportaron para mantener la prohibición ante cualquier intento de legalización. Los primeros interesados en mantener la prohibición han sido y seguirán siendo, las propias mafias.
Los mitos caen como un dominó, el ejemplo claro en ello esta en la ley seca; durante el tiempo que estuvo vigente los Americanos consumieron y convirtieron el alcohol de muy alta graduación y de mala calidad en la bebida favorita. El contrabandista de bebidas no tenia interés en hacer contrabando con la cerveza. Sino con los peores alcoholes posibles, maximizando el beneficio y poniendo en peligro mucha gente con bebidas casi tóxicas. No había acceso a la cerveza. Una vez desapareció la ley seca los americanos volvieron a consumir cerveza, barata y de calidad como la bebida favorita de todo el país. Con las drogas el proceso ha sido el mismo se paso de los 'tonicos' y revitalizantes vendidos en la farmacia, de la coca en la Coca-Cola a drogas cada vez más duras que maximizan el beneficio del contrabandista ante el riesgo que asumen.
El libro nos habla del primer gran gánster que vio en la droga un mercado con un potencial enorme por explotar, fue Arnold Rothstein en Nueva York. En ese momento nació el mayor negocio ilícito que ha dado este mundo: las mafias de las drogas; el libro expresa como la propia prohibición genera dos polos de crecimiento para la droga, en un lado tenemos que los propios consumidores al tener prohibido el acceso al trabajo por tener antecedentes y a la negación de todo tipo de ayudas sociales y parias de la sociedad se ven condenados a traficar y a potenciar el consumo en más gente como forma de obtener ingresos. Generando un circulo vicioso que potencia el modelo y le da continuidad
Otro elemento clave es que uno de los principales problemas de la prohibición es que el acceso a drogas de calidad es imposible por tanto todo se 'corta' con productos de baja calidad o directamente tóxicos que generan la mayoría de muertes por sobredosis. Mientras que los drogadictos podrían consumir con la legalización drogas de calidad suficiente para evitar las muertes por sobredosis se encuentran accediendo a drogas cortadas con cualquier tóxico, incluso cemento o raticidas.
Hubo gente que luchó desde el primer día contra dicha ilegalización. Henry Smith Williams fue un médico que ya pronosticó hacía donde llevaba la prohibición y sus consecuencias. En esta parte del libro se ven las bajezas de Anslinger para menospreciar y desprestigiar cualquier que se opusiera a su visión. Cualquier estudio que pudiera servir para poner algún pero a la prohibición era menospreciado y los fondos a la investigación automáticamente cancelados.
Hasta aquí puedes pensar que el libro es un alegato a favor de la droga, todo lo contrario; el libro en ningún momento nos habla de las bondades de las drogas, en absoluto. La lección que transmite el libro es que sean buenas o malas, lo importante es no tratar las víctimas de la drogadicción como delincuentes porque son, sobretodo, enfermos y si también son delincuentes en gran parte es porque el coste y el acceso a la droga para cada dosis es prohibitivo, no hay que luchar contra las drogas mediante la prohibición sino mediante la educación y sobretodo el gran tema es que la legalización acabaría con una lacra que mata cientos de miles de persona entre, mafiosos, carteles, policías, víctimas colaterales, drogadictos, jueces, políticos. Todo ello abonado con miles de dramas personales, de delincuencia y prostitución. Un mar de dolor que solo hace que aumentar.
El libro nos habla del camello de la calle, gente que convierte la droga en un modos vivendi siendo los primeros que luchan cada día entre pequeñas bandas por mantener el mercado. El libro nos habla que de las muertes ligadas a la drogas más de 85% son derivadas de la violencia del tráfico entre bandas y carteles. También nos habla de las guerras de las drogas en los carteles entre ellos los Zetas. Sicarios y miles de víctimas colaterales. Incluso policías que luchan para sacar un camello de las calles pero que al día siguiente hay alguien nuevo a cubrir el puesto.
Cada vez que vemos una redada o una incautación, lo que vemos es el 1% de una proporción de 100 a 1 de lo que llega a las calles, la droga sigue fluyendo por cientos de canales sufragando terrorismo, banda paramilitares, pequeños dictaduras, carteles y mafiosos que mueven billones de dólares.
Hay una pregunta que ronda en el aire. ¿Después de 80 años de guerra seguimos igual o peor? Yo me atrevería a decir que incluso peor. En cualquier ciudad del mundo se puede encontrar drogas de todo tipo. Ya va siendo hora de probar otras estrategias. Pero será que hay muchos intereses y todo una economía de la droga, y de la antidroga que será difícil de reorientar, sino empezamos a creernos que hay que abordar el tema de otra manera.
El libro por ejemplo habla de porque hay gente que se convierte en adicta y gente que no. De la misma manera que hay gente que es alcohólica, hay gente que es borracha y hay gente, la mayoría, que se puede tomar cervezas, mojitos y gin-tonics sin ningún problema cada fin de semana y no por ello todo el mundo le considera un delincuente, todo lo contrario casi esta bien visto sobre todo en culturas como las latinas.
Para luchar contra la droga lo primero que hay que hacer es comprender que la droga no es el origen del problema de una persona, sino que la mayoría de las veces detrás de un drogadicto hay alguien con algún problema previo que le lleva a la droga. La droga es pues una solución para escapar a los miedos y fantasmas de mucha gente, no se cae en ella de casualidad. Y no porque se legalizara la droga la gente iría a comprar drogas y ha meterse heroína en vena. El acceso al tabaco o al alcohol no nos lleva a todos a fumar y caer inconscientes con la bebida. Y no por el hecho de prohibir la droga la gente deja de consumirla. Puede que trabar el acceso ganemos algún pequeño porcentaje de menor adicción pero todo lo que conlleva al resto de drogadictos y la violencia no lo vale en absoluto.
Otro mito que rompe es el tema del 'mono' o el síndrome de abstinencia, por ejemplo el libro habla de que uno de los peores síndromes que hay es el del tabaco En muchos casos y en diferentes grados los síndromes pueden pasar desde pequeños temblores o fiebres a convulsiones.
El libro también nos habla de las 'setas' que es como se llaman a las víctimas del fuego cruzado entre bandas y carteles; de niños, mujeres o cualquiera que reciba una bala perdida. Las llaman setas porque siempre hay en todos sitios muertes por las luchas en una guerra de baja intensidad pero no por eso menos desgastable sumando la infinidad de familias destrozadas que arrastra.
Y sobretodo nos expone los casos de éxito de procesos de legalización como los casos de Canada parcialmente, Suiza y Portugal. En ellos se ve, sobretodo en el caso Suizo el éxito de sacar las drogas de la calle y permitir crear centros donde la gente puede obtener dosis coherentes casi gratuitas y sin tóxicos, a la vez que se ayuda a esa gente con enfermeras, jeringuillas, psicólogos y todo un equipo de atención a enfermos. Dicha gente se toma su dosis y vuelve a casa, nadie sabe que son drogadictos y pueden trabajar como personas plenamente integradas en la sociedad y seguir con su vida y su familia sin tener que mal vivir, ni dedicarse a la delincuencia para obtener la siguiente dosis a precios imposibles.
Un libro educativo, ilustrativo magníficamente escrito para una temática que podría ser muy sesuda pero al contrario se disfruta su lectura. Además nos hace formarnos opinión y aunque a muchos no los convenza les dará mucha más información sobre otras maneras de abordar un problema que no se va solucionar nunca tal y como se esta luchando contra ello. El libro nos muestra que la humanidad, y no solo ella también muchos otros animales (el libro da detalles), se han estado drogado de muchas maneras durante milenios y de mil y una manera diferente. Luchar contra ello es inútil a largo plazo.
Cualquiera que este en contra de la prohibición de las drogas debería preguntarse como justifica la venta de tabaco o alcohol, los mismos argumentos sirven para todo.
El pragmatismo ante problemas imposibles de resolver se enfocan minimizando el coste. Sobretodo el coste en dolor, en vidas y en miles de millones tirados en una lucha imposible.
¿Tanto esfuerzo de lucha reconducido hacia el soporte, ayuda, educación e integración de los adictos no sería más provechoso?
Contraportada: Todo lo contrario al duermevelas es apasionado y cargado de mucho emotividad.
El libro nos sumerge através de diferentes puntos de vista del mundo de la droga, nos da una imagen coral de los participantes en el mundo de la droga y la gente en lucha contra ella. Una guerra que se libra desde hace 90 años y no parece tener fin en 100 más.
El libro rompe decenas de mitos que nos han contado sobre el mundo de la drogas. No es un canto absolutamente a favor de las Drogas pero si que analiza el contexto, el origen de la prohibición, su evolución, las implicaciones diarias y cuales son las propuestas con éxito que se están realizando por el mundo.
La técnica narrativa es una de sus mejores bazas, esta escrito no desde la frialdad de los datos, que haberlos los hay, sino desde la perspectiva de cada personaje entrevistado, desde la visión de personas concretas y su pequeño mundo alrededor de la droga. Psicológicamente tiene un efecto devastador en el lector, ya que no hablamos de muertos en general o de cifras de crímenes o de más cifras de drogadictos, sino que en todo momento nos habla de historias reales de personas con nombre y apellidos. Cada persona nos da una perspectiva nueva y una visión personal y de contacto con el autor en el que nos explica su historia desde su punto de vista y sin querer dar ni ejemplo, ni sermones, ni verdades.
El libro tiene esa capacidad de trasladar empatía con cada personaje, desde los más inocentes, hasta el sicario, pasando por la víctima, el traficante, el camello, el policía el drogadicto e incluso políticos.
El libro rompe mitos en todos los frentes.
En primer lugar nos habla del origen del porque de la prohibición, se prohiben las Drogas en EUA y como dicha prohibición y la capacidad de manipulación de la política mundial fue implicando el resto de países en un guerra sin control alguno.
Nos habla de racismo, aunque parezca extraño el origen de la prohibición de las drogas va muy ligado al racismo imperante en los años 30 y 40.
Anterior a esa época las drogas en general no estaba supeditadas a prohibiciones.
La prohibición nace de las fuertes visiones y convicciones de Harry Anslinger. Convicciones de raíces ideológicas racistas sobre la supremacía blanca. Ayudado por una posición de poder que le permitió el desarrollo de sus obsesiones, todo ello apoyado por una clase blanca dominante que vio en la prohibición de las drogas el control de minorías que habían llegado a los EUA sin darse cuenta de lo que significaría a largo plazo. En el caso de Harry Anslinger al final de su vida el libro nos explica que aquello que tanto odio y persiguió, fue lo que necesito para evitar el dolor de una enfermedad terminal. Mientras que en su larga lucha contra las drogas persiguió tanto consumidores como médicos que recetaban drogas como paliativos ante el dolor por ejemplo o en personas que siendo adictas no podían recibir una dosis. Y se convertían en delincuentes para poder sobrevivir y llevar su adicción.
Junto a Harry Anslinger se cruzo la historia y vida de Billie Holiday una de las mejores voces que ha dado el jazz, fue perseguida por Harry por ser una drogadicta hasta su muerte.
A partir de aquí el libro nos expone el proceso que llevo a convertir las drogas en la gran estafa de nuestro tiempo. Como Harry Anslinger luchó autoritariamente contra cualquiera que opinará diferente a él respecto a las drogas.
El libro después aporta información de como después de la derogación de la ley Seca las mafias vieron en Harry Anslinger y su lucha contra las drogas un nuevo mercado por explotar. Y fueron las propias mafias las que mas aportaron para mantener la prohibición ante cualquier intento de legalización. Los primeros interesados en mantener la prohibición han sido y seguirán siendo, las propias mafias.
Los mitos caen como un dominó, el ejemplo claro en ello esta en la ley seca; durante el tiempo que estuvo vigente los Americanos consumieron y convirtieron el alcohol de muy alta graduación y de mala calidad en la bebida favorita. El contrabandista de bebidas no tenia interés en hacer contrabando con la cerveza. Sino con los peores alcoholes posibles, maximizando el beneficio y poniendo en peligro mucha gente con bebidas casi tóxicas. No había acceso a la cerveza. Una vez desapareció la ley seca los americanos volvieron a consumir cerveza, barata y de calidad como la bebida favorita de todo el país. Con las drogas el proceso ha sido el mismo se paso de los 'tonicos' y revitalizantes vendidos en la farmacia, de la coca en la Coca-Cola a drogas cada vez más duras que maximizan el beneficio del contrabandista ante el riesgo que asumen.
El libro nos habla del primer gran gánster que vio en la droga un mercado con un potencial enorme por explotar, fue Arnold Rothstein en Nueva York. En ese momento nació el mayor negocio ilícito que ha dado este mundo: las mafias de las drogas; el libro expresa como la propia prohibición genera dos polos de crecimiento para la droga, en un lado tenemos que los propios consumidores al tener prohibido el acceso al trabajo por tener antecedentes y a la negación de todo tipo de ayudas sociales y parias de la sociedad se ven condenados a traficar y a potenciar el consumo en más gente como forma de obtener ingresos. Generando un circulo vicioso que potencia el modelo y le da continuidad
Otro elemento clave es que uno de los principales problemas de la prohibición es que el acceso a drogas de calidad es imposible por tanto todo se 'corta' con productos de baja calidad o directamente tóxicos que generan la mayoría de muertes por sobredosis. Mientras que los drogadictos podrían consumir con la legalización drogas de calidad suficiente para evitar las muertes por sobredosis se encuentran accediendo a drogas cortadas con cualquier tóxico, incluso cemento o raticidas.
Hubo gente que luchó desde el primer día contra dicha ilegalización. Henry Smith Williams fue un médico que ya pronosticó hacía donde llevaba la prohibición y sus consecuencias. En esta parte del libro se ven las bajezas de Anslinger para menospreciar y desprestigiar cualquier que se opusiera a su visión. Cualquier estudio que pudiera servir para poner algún pero a la prohibición era menospreciado y los fondos a la investigación automáticamente cancelados.
Hasta aquí puedes pensar que el libro es un alegato a favor de la droga, todo lo contrario; el libro en ningún momento nos habla de las bondades de las drogas, en absoluto. La lección que transmite el libro es que sean buenas o malas, lo importante es no tratar las víctimas de la drogadicción como delincuentes porque son, sobretodo, enfermos y si también son delincuentes en gran parte es porque el coste y el acceso a la droga para cada dosis es prohibitivo, no hay que luchar contra las drogas mediante la prohibición sino mediante la educación y sobretodo el gran tema es que la legalización acabaría con una lacra que mata cientos de miles de persona entre, mafiosos, carteles, policías, víctimas colaterales, drogadictos, jueces, políticos. Todo ello abonado con miles de dramas personales, de delincuencia y prostitución. Un mar de dolor que solo hace que aumentar.
El libro nos habla del camello de la calle, gente que convierte la droga en un modos vivendi siendo los primeros que luchan cada día entre pequeñas bandas por mantener el mercado. El libro nos habla que de las muertes ligadas a la drogas más de 85% son derivadas de la violencia del tráfico entre bandas y carteles. También nos habla de las guerras de las drogas en los carteles entre ellos los Zetas. Sicarios y miles de víctimas colaterales. Incluso policías que luchan para sacar un camello de las calles pero que al día siguiente hay alguien nuevo a cubrir el puesto.
Cada vez que vemos una redada o una incautación, lo que vemos es el 1% de una proporción de 100 a 1 de lo que llega a las calles, la droga sigue fluyendo por cientos de canales sufragando terrorismo, banda paramilitares, pequeños dictaduras, carteles y mafiosos que mueven billones de dólares.
Hay una pregunta que ronda en el aire. ¿Después de 80 años de guerra seguimos igual o peor? Yo me atrevería a decir que incluso peor. En cualquier ciudad del mundo se puede encontrar drogas de todo tipo. Ya va siendo hora de probar otras estrategias. Pero será que hay muchos intereses y todo una economía de la droga, y de la antidroga que será difícil de reorientar, sino empezamos a creernos que hay que abordar el tema de otra manera.
El libro por ejemplo habla de porque hay gente que se convierte en adicta y gente que no. De la misma manera que hay gente que es alcohólica, hay gente que es borracha y hay gente, la mayoría, que se puede tomar cervezas, mojitos y gin-tonics sin ningún problema cada fin de semana y no por ello todo el mundo le considera un delincuente, todo lo contrario casi esta bien visto sobre todo en culturas como las latinas.
Para luchar contra la droga lo primero que hay que hacer es comprender que la droga no es el origen del problema de una persona, sino que la mayoría de las veces detrás de un drogadicto hay alguien con algún problema previo que le lleva a la droga. La droga es pues una solución para escapar a los miedos y fantasmas de mucha gente, no se cae en ella de casualidad. Y no porque se legalizara la droga la gente iría a comprar drogas y ha meterse heroína en vena. El acceso al tabaco o al alcohol no nos lleva a todos a fumar y caer inconscientes con la bebida. Y no por el hecho de prohibir la droga la gente deja de consumirla. Puede que trabar el acceso ganemos algún pequeño porcentaje de menor adicción pero todo lo que conlleva al resto de drogadictos y la violencia no lo vale en absoluto.
Otro mito que rompe es el tema del 'mono' o el síndrome de abstinencia, por ejemplo el libro habla de que uno de los peores síndromes que hay es el del tabaco En muchos casos y en diferentes grados los síndromes pueden pasar desde pequeños temblores o fiebres a convulsiones.
El libro también nos habla de las 'setas' que es como se llaman a las víctimas del fuego cruzado entre bandas y carteles; de niños, mujeres o cualquiera que reciba una bala perdida. Las llaman setas porque siempre hay en todos sitios muertes por las luchas en una guerra de baja intensidad pero no por eso menos desgastable sumando la infinidad de familias destrozadas que arrastra.
Y sobretodo nos expone los casos de éxito de procesos de legalización como los casos de Canada parcialmente, Suiza y Portugal. En ellos se ve, sobretodo en el caso Suizo el éxito de sacar las drogas de la calle y permitir crear centros donde la gente puede obtener dosis coherentes casi gratuitas y sin tóxicos, a la vez que se ayuda a esa gente con enfermeras, jeringuillas, psicólogos y todo un equipo de atención a enfermos. Dicha gente se toma su dosis y vuelve a casa, nadie sabe que son drogadictos y pueden trabajar como personas plenamente integradas en la sociedad y seguir con su vida y su familia sin tener que mal vivir, ni dedicarse a la delincuencia para obtener la siguiente dosis a precios imposibles.
Un libro educativo, ilustrativo magníficamente escrito para una temática que podría ser muy sesuda pero al contrario se disfruta su lectura. Además nos hace formarnos opinión y aunque a muchos no los convenza les dará mucha más información sobre otras maneras de abordar un problema que no se va solucionar nunca tal y como se esta luchando contra ello. El libro nos muestra que la humanidad, y no solo ella también muchos otros animales (el libro da detalles), se han estado drogado de muchas maneras durante milenios y de mil y una manera diferente. Luchar contra ello es inútil a largo plazo.
Cualquiera que este en contra de la prohibición de las drogas debería preguntarse como justifica la venta de tabaco o alcohol, los mismos argumentos sirven para todo.
El pragmatismo ante problemas imposibles de resolver se enfocan minimizando el coste. Sobretodo el coste en dolor, en vidas y en miles de millones tirados en una lucha imposible.
¿Tanto esfuerzo de lucha reconducido hacia el soporte, ayuda, educación e integración de los adictos no sería más provechoso?
Han pasado cien años desde que las drogas se prohibieran por primera vez en Estados Unidos. Pues bien, poco antes de este centenario el periodista Johann Hari se embarcó en un viaje épico de tres años de duración y cerca de 50.000 kilómetros con el fin de desvelar los secretos de la guerra contra las drogas; y de esa manera pudo constatar que existe una disparidad asombrosa entre lo que nos han transmitido y lo que en realidad sucede. Por extraño que pueda parecer, las drogas no son lo que nos habían dicho, la adicción tampoco responde a la idea que nos habíamos formado, y la guerra contra las drogas obedece a motivos muy distintos de los que nos cuentan en la televisión.
Para exponer tan reveladores descubrimientos, Hari recurre a la narración de asombrosas historias reales de personas del mundo entero que han visto transformadas sus vidas por culpa de esta guerra. Entre ellas encontramos desde un traficante transexual que busca a su madre en Brooklyn hasta un joven sicario mexicano que busca una salida a su encrucijada. El libro comienza con algo sorprendente que descubrió el propio autor: que en el inicio de la guerra contra las drogas se encuentra el acoso y asesinato de Billie Holiday por parte del hombre que lanzó esta cruzada; y concluye con la historia de un osado actor que consiguió que su país legalizase todas las drogas, desde el cannabis hasta el crack, con resultados más que notables.
Tras el grito deja al descubierto aquello que hemos estado persiguiendo realmente en este siglo de guerra contra las drogas, tanto en nuestra ansia de drogas como en nuestros intentos de destruirlas. Su relato supondrá un desafío y, al mismo tiempo, un cambio radical en nuestra forma de enfocar una de las cuestiones más controvertidas - y más relevantes- de nuestra época.Otras reseñas en ECP:
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