2011-08-29

Artículo: El cansancio actual de la retórica


La modernidad tiene cualidades perversas, una de ellas es la velocidad de trato entre personas, las conversaciones nunca tienen ni debate ni hacen un uso de la retórica correcto;   lo que nos lleva al gusto por la discusión fácil, el grito, el insulto,  el fanatismo y el excesivo uso de los "ad baculum"  y poco o nulas ganas de debatir, debatir implica tiempo y un éxito escaso, con pocas posibilidades de convencer a nadie.

Y por descontado debatir no es gritarse usando más la puesta en ridículo del emisor del mensaje que la disección del mensaje y la búsqueda de la objetividad en su análisis.


Hoy, lo difícil es encontrar a alguien cambiando de opinión durante una conversación o debate, parece que asumir un cambio de opinión es indigno y demuestra debilidad. Me recuerda al cuento  del "Traje nuevo del emperador"; asumir un error, quitarse la venda de los ojos es un proceso difícil de asumir porque la conclusión actual es que cambiar de opinión es signo de debilidad o de no tener valores; cuando creo que es todo lo contrario, cambiar de opinión es ante todo valentía, enfrentarse a los errores mirarlos a la cara y buscar un camino mejor, los valores de la incredulidad ante todas la ideas tanto las impuestas como las aceptadas en su momento en nuestra vida pasada. La validez de cada mensaje cambia con el tiempo y con nuestra propia experiencia vital.

Por tanto el desbocado galope del que no asume y no quiere ver errores en sus opiniones, nos lleva al enfrentamiento, al fanatismo más radical para defender opiniones contrarias; enfrentarse al vacío  de mantenerse férreo ante argumentos que pueden socavar una opinión que ya tenemos formada sobre un tema. Así que es mejor caer por ese precipicio que recular y optar por otro camino, aceptar mejores argumentos. Cambiar de opinión es inconcebible para buena parte de nuestra sociedad.


Debatir y utilizar la retórica como soporte a la argumentación, al mensaje, a la opinión en definitiva; esta en franca decadencia, poco utilizada, la retórica, es de los daños colaterales de esta modernidad y cada vez peor vista y  mayor pereza nos genera.
El vacío de los argumentos, para defender una tesis, nos lleva directamente a la discusión fanática y a la falta de criterio generalizado.

Cada día es habitual escuchar esta frase: "No se pueden comparar...". Cualquier respuesta que lleve esta frase es síntoma de este miedo al debate, a la retórica y por supuesto miedo a equivocarse y mejorar con ello aprendiendo de los errores.
Todo se puede comparar. Puedo comparar un camello y un coche de formula 1, porque los dos son medios de transporte, puedo comparar Londres con París porque ambos son ciudades, puedo comparar Mad Men con Fringe porque ambas son series de televisión, puedo comparar Messi con Cristiano, puedo comparar, Zapatero con Rajoy, y llevados al extremo puedo comparar a Messi con Zapatero y seguir con cualquier combinación.
Todo es comparable, todo tiene puntos que permiten el debate y el uso de la retórica. La retórica no cansa sólo es cuestión de ejercitarla.
 Haced la prueba y descubriereis la cantidad de veces que nos escondemos ante la frase de que nada es comparable.

Huid de aquellos que lo primero que dicen es que no se puede comparar aquello con lo otro, porque tenéis delante vuestro, un peregrino del camino fácil, que nos lleva a la incomunicación, al fanatismo.
Y, como no, al final caemos en la Ley Godwin, que no falla nunca.

2011-08-23

Reseña y Opinión: Bill, Héroe Galáctico (Harry Harrison) Val: 967

Fichita: 
Editorial:  Gigamesh, S.L
Escritor: Harry Harrison
Páginas : 161
ISBN : 978-84-96208-86-5
Original : Bill, the Galactic Hero
Valoración: 967
Traductor: Antonio Rivas
Status: Muy recomendable
Categoría: SpaceOpera
Precio (aprox.) :  9.95











Opinión:
 
Creo que a veces, la ciencia ficción se viste de demasiada de seriedad, se viste de melancolía y también se viste de excesiva depresión y auto-compasión por ella misma. Por eso creo que esta novela es un contrapeso a esta forma de ver el género.  Humor y diversión a raudales, una caricatura del propio género que se ríe de elementos tan grandilocuentes como la Trantor de Asimov, esa ciudad imposible que cubre todo un planeta se convierte en un laberinto imposible; donde la entrega de un plano se convierte en un elemento tan sagrado que su perdida tiene repercusiones penales; una ciudad con problemas tan mundanos y cercanos como el reciclado de desperdicios.
También se mofa de las novelas de ciencia ficción militar, de héroes honorables, rozando el ridículo, del valiente sin sentido común; Para mostrarnos el ejercito tal y como debe ser, una panda de descerebrados  y mutilados empáticos,  obsesionados con los permisos, la paga y salvar el culo tanto como sea posible. Humana, en una única palabra definitoria.

Divertida como pocas es  una novela publicada en 1965 y que no ha perdido un ápice de validez; el humor siempre envejece mucho mejor que la seriedad.
Harry nos demuestra, que desde el humor, la efectividad de los mensajes implícitos de la novela es precisa, la hermenéutica es clarividente, todo el trasfondo temático no esta muy escondido es claramente visible. El humor siempre tiene una lectura dramática por eso funciona tan bien en esas dobles lecturas que nos gusta encontrar. En este caso para demostrar una crítica al propio género, en su tiempo y  al momento tan delicado y traumático para EUA con la guerra del vietnam; en sus primeros años; todo un canto  antimilitarista.

Además podemos añadir que la calidad de la obra es indiscutible, diálogos efectivos, personajes bien definidos, recursos variados, ambientación y tono; sin ser perfecta en ningún punto esta bien resuelta y funciona en un circulo cerrado donde el final enlace con el principio magistralmente.

Una pequeña historia que es un lujo y una obra indispensable del género. 160 páginas sin desperdicio alguno.
Que gran oportunidad, nos da Gigamesh, para recuperar una novela tan imprescindible.

Contraportada:
¡Calen las bayonetas de los fusiles atómicos! ¡Preparen los trabucos de rayos! ¡Muerte a los chíngers! Cuitas y tribulaciones de un monstrenco interplanetario. 
Bill, un chicarrón de campo tan imponente como inofensivo, contemplaba embobado un desfile militar... sin saber que se había puesto en el punto de mira del Sargento Reclutado Escalofrío, que sentía ya el peso de la prima de reclutamiento en el bolsillo. No fue un principio muy halagüeño, pero Bill se hizo a la vida castrense, medró en el ejército y llegó a ser un héroe. Esta es su historia.
Bill, héroe galáctico es una novela mítica en la historia de la ciencia ficción. Publicada originalmente por entregas en las revistas New Worlds y Galaxy en 1965 como parodia de las novelas de legiones y tropas espaciales, del Trántor asimoviano y de todos los tópicos del género que se le pusieron por delante, marcó un punto de inflexión en la carrera de Harry Harrison y acabó covertida en referente de la ciencia ficción humorística. Meido siglo después sigue siendo pura dinamita.
Otras reseñas en ECP:

2011-08-19

Reseña y Opinión: El sueño del Androide (John Scalzi) Val: 563

Fichita: 
Editorial: Planeta S.A (Minotauro)
Escritor: John Scalzi
Páginas : 362
ISBN : 978-84-450-7827-3
Original : The Android's Dream
Valoración: 563
Traductor: Rafael Marín
Status: Leíble
Categoría: SpaceOpera
Precio (aprox.) :  18,00











Opinión:


Esta es la quinta novela de Scalzi reseñada en ECP y con ella, no se si termino mis lecturas sobre este escritor, pero mucho tendrán que cambiar las cosas. Una novela que esta fuera de la serie ("vieja guardia"), que ya declinaba en calidad en las últimas entregas y que le permitía a Scalzi sacarse el corsé de una novela muy menor como "la historia de Zoë". Pero no ha servido de mucho.
Porque  no cabe una novela como esta, tan pobre. Aunque Scalzi aporta un toque de humor, que es de agradecer; la novela es muy poco satisfactoria. Los personajes, algo en lo que siempre en mayor o menor medida siempre ha fallado Scalzi, son de una impersonalidad absoluta.
Otro error, que descalifica mucho la novela, es que a medida que la novela avanza se va salpicando  de explicaciones, para contextualizar lo que se va narrando, que lastran todo el conjunto de un surrealismo poco entendíble. Partiendo de situaciones que rozan los Deus ex machina más evidentes para el lector, atajos fáciles para un narrador que hace que la historia se mantenga en pie a duras penas. Siempre el exceso de estos recursos demuestra un trabajo pobre y de calidad más que discutible. Scalzi va tejiendo una novela, que en los momentos que se le suponen cierta seriedad, se cae a pedazos por las inconsistencia y los  giros argumentales que se ven venir a kilómetros sumado a los flotadores de las explicaciones que intentan justificarlo.
Sólo se salvan algunos diálogos bien construidos y una situación de "survival" que se genera en la novela de la trama que esta bastante bien.

Aunque la "vieja guardia" era una novela sencilla pero mucho más trabajada que esta, podíamos esperar que el escritor mantuviera un nivel parecido o mejorará. Esta novela nos cotiza el autor a la baja.

 En resumen calidad discutible, trabajo mediocre, historia pobre; pero como siempre algún que otro momento divertido.

Contraportada:
Harry Creek es un funcionario de bajo nivel con un trabajo nada agradable: transmitir malas noticias a los embajadores alienígenas en la Tierra. Pero también es un héroe de guerra y un habilidoso hacker. Así que cuando la tierra se enfrenta a su destrucción a causa de una metedura de pata diplomática con los nidu, una raza alienígena muy superior a la nuestra, Harry deberá localizar lo único que puede salvar a nuestro planeta de ser esclavizado por los alienígenas: una oveja. Si ha leído bien. Una oveja. Y si creen que esto es lo más sorprendente de este libro, esperen a leer el primer capítulo.
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