Editorial: Roca Editorial
Escritor: John Verdon
Páginas : 430
ISBN : 978-84-9918-136-3
Original : Think of a number
Valoración: 887
Traductor: Javier Guerrero
Status: Recomendable
Categoría: Otros (Policíaca)
Precio (aprox.) : 20,00€
Opinión:
Con cierto retraso y ya inmerso en libro de 'mainstream' del 2013. Tocaba esta reseña.
Este fue mi libro anual de de 'mainstream' que leí durante el 2012.
En medio de un verano caluroso leí esta novela policíaca que en ningún caso llega a negra;
Inmerso en una vida entre libros de los géneros habituales de este blog, se me hace extraño y a la vez fácil y divertido salir de mi ecosistema habitual de lecturas muy de vez en cuando y probar alguna novedad de aquellos libros que se venden de forma masiva y que pasan a mi lado sin mucho interés por mi parte, normalmente. Este libro es un ejemplo de ello. Libros que arrasan en ventas y sin ser un libro extraordinario o que merezca tanta atención mis incursiones en otros géneros son necesarios para volver con más fuerza a lo que me gusta.
Al ser un mainstream podeis apreciar en la portada que en ese momento iban por la 22ª edición, hoy puede que lleven 30, 40 ediciones o más; aunque no se si algo muy a tener en cuenta, valorable o significativo cuando las tiradas por edición son pequeñas; tantas ediciones tienen un efecto comercial al sumar ediciones como si las novelas mejorarán a fuerza de acumular ediciones y lectores. Lo cual es un dudoso mérito aunque si un signo de buena salud.
Sobre la novela: Novela policíaca políticamente correcta, bien escrita sin ser nada del otro mundo no llega a la categoría de negra; no abusa de nada sordido especialmente. Remarcable probablemente el trabajo de los diálogos. Los diálogos son un elemento básico e imprescindible para que funcione una novela policíaca y esta cumple sobradamente. Diálogos preciso y bien construídos que aligeran la novela y la hacen rápida de leer.
Esta novela sigue el patron de inspector de policía aplicando a ello la variante de que el inspector ya peina canas y se ha retirado de la policía más pendiente de dejar pasar los días y abandonarse a la jubilación su vida da un giro y sin darse cuenta casi se encuentra metido de nuevo dentro de su antiguo trabajo ayudando y liderando una investigación sobre unos asesinatos con un patrón de actuación extraño y enigmático...
La novela añade con ese contrapunto de inspector jubilado, el juego de saltarse los circuitos habituales de lo que debería ser un inspector real que debe seguir algunos protocolos más o o menos establecidos por tanto aburridos y por tanto indignos de ser novelados. Y con este personaje el juego y la historia mejora se hace más divertido de la misma manera que funciona un personaje tan emblemático com Sherlock Holmes que sin ser policia participa a su manera y con su propia ética legal para resolver los casos.
Curiosa y divertida también la premisa con la que parte la novela. Una carta que te anuncia que te conoce tanto como para adivinar el número en el que estas pensando, lo adivina y te anuncia tu futura y tu próxima muerte. Y Partiendo de algo tan imposible y con cierto toque fantástico al principio se nos conduce a una novela con todos los esquemas que componen una novela policíaca. Malo malísimo y bastante más p'allá que p'aquí y al final todo mucho más realista rompiendo la magia de ese futuro toque místico que se rompe por una lógica aplastante y algo previsible.
Detrás de esta novela, el escritor, John Verdon a publicado más novelas con el mismo personaje.
Así que el filón esta ahí y parece que tenemos inspector para rato.
Recomendable divertimento pero como siempre sucede con estas novelas policíacas son tan repetitivas y con los esquemas de escenas tan fijadas que una cada cierto tiempo es más que suficiente.
Contraportada:
Este fue mi libro anual de de 'mainstream' que leí durante el 2012.
En medio de un verano caluroso leí esta novela policíaca que en ningún caso llega a negra;
Inmerso en una vida entre libros de los géneros habituales de este blog, se me hace extraño y a la vez fácil y divertido salir de mi ecosistema habitual de lecturas muy de vez en cuando y probar alguna novedad de aquellos libros que se venden de forma masiva y que pasan a mi lado sin mucho interés por mi parte, normalmente. Este libro es un ejemplo de ello. Libros que arrasan en ventas y sin ser un libro extraordinario o que merezca tanta atención mis incursiones en otros géneros son necesarios para volver con más fuerza a lo que me gusta.
Al ser un mainstream podeis apreciar en la portada que en ese momento iban por la 22ª edición, hoy puede que lleven 30, 40 ediciones o más; aunque no se si algo muy a tener en cuenta, valorable o significativo cuando las tiradas por edición son pequeñas; tantas ediciones tienen un efecto comercial al sumar ediciones como si las novelas mejorarán a fuerza de acumular ediciones y lectores. Lo cual es un dudoso mérito aunque si un signo de buena salud.
Sobre la novela: Novela policíaca políticamente correcta, bien escrita sin ser nada del otro mundo no llega a la categoría de negra; no abusa de nada sordido especialmente. Remarcable probablemente el trabajo de los diálogos. Los diálogos son un elemento básico e imprescindible para que funcione una novela policíaca y esta cumple sobradamente. Diálogos preciso y bien construídos que aligeran la novela y la hacen rápida de leer.
Esta novela sigue el patron de inspector de policía aplicando a ello la variante de que el inspector ya peina canas y se ha retirado de la policía más pendiente de dejar pasar los días y abandonarse a la jubilación su vida da un giro y sin darse cuenta casi se encuentra metido de nuevo dentro de su antiguo trabajo ayudando y liderando una investigación sobre unos asesinatos con un patrón de actuación extraño y enigmático...
La novela añade con ese contrapunto de inspector jubilado, el juego de saltarse los circuitos habituales de lo que debería ser un inspector real que debe seguir algunos protocolos más o o menos establecidos por tanto aburridos y por tanto indignos de ser novelados. Y con este personaje el juego y la historia mejora se hace más divertido de la misma manera que funciona un personaje tan emblemático com Sherlock Holmes que sin ser policia participa a su manera y con su propia ética legal para resolver los casos.
Curiosa y divertida también la premisa con la que parte la novela. Una carta que te anuncia que te conoce tanto como para adivinar el número en el que estas pensando, lo adivina y te anuncia tu futura y tu próxima muerte. Y Partiendo de algo tan imposible y con cierto toque fantástico al principio se nos conduce a una novela con todos los esquemas que componen una novela policíaca. Malo malísimo y bastante más p'allá que p'aquí y al final todo mucho más realista rompiendo la magia de ese futuro toque místico que se rompe por una lógica aplastante y algo previsible.
Detrás de esta novela, el escritor, John Verdon a publicado más novelas con el mismo personaje.
Así que el filón esta ahí y parece que tenemos inspector para rato.
Recomendable divertimento pero como siempre sucede con estas novelas policíacas son tan repetitivas y con los esquemas de escenas tan fijadas que una cada cierto tiempo es más que suficiente.
Contraportada:
Otras reseñas en ECP:"Si alguien te pidiera que pensaras en un número, yo sé en qué número pensarías. ¿No me crees? Piensa en cualquier número del uno al mil. Ahora verás lo bien que conozco tus secretos. Abre el sobrecito". Un hombre recibe una carta que le urge a pensar en un número, cualquiera. Cuando abre el pequeño sobre que acompaña al texto, siguiendo las instrucciones que figuran en la propia carta, se da cuenta de que el número allí escrito es exactamente en el que había pensado. David Gurney, un policía que después de 25 años de servicio se ha retirado al norte del estado de Nueva York con su esposa, se verá involucrado en el caso cuando un conocido, el que ha recibido la carta, le pide ayuda para encontrar a su autor con urgencia. Pero lo que en principio parecía poco más que un chantaje se ha acabado convirtiendo en un caso de asesinato que además guarda relación con otros sucedidos en el pasado. Gurney deberá desentrañar el misterio de cómo este criminal parece capaz de ller la mente de sus víctimas en primer lugar, para poder llegar a establecer el patrón que le permita atraparlo.