Editorial: Ediciones B
Escritor: Brandon Sanderson
Páginas : 429
ISBN : 978-84-666-5885-0
Original : Shadowsn of Self
Colección : Nacidos de la Bruma (V) - Mistborn
Valoración: 797
Primera Edición Original: 2015
Traductor: Manuel de los Reyes García Campos
Status: Interesante
Categoría: Fantasía
Precio (aprox.) : 18,53€
Opinión:
En una linea de desarrollo muy diferente que en las primeras novelas de la serie Nacidos de la Bruma. En esta quinta entrega y siguiendo la estela de la anterior entrega, vamos viendo el desarrollo de una sociedad, por decirlo de una manera efectiva, post-fantástica. Un mundo después del mundo.
En este libro y el anterior, el autor, intenta crear una sociedad que ha evolucionado desde un mundo que vive en una era medieval, llena de magia y dioses, hacia el mismo mundo, donde los dioses se han retirado y la magia empieza a ser tratada como algo más pragmático, donde se vislumbra el gateo de una nueva era basada en la ciencia. Solo por este re-arranque ya vale la pena.
Dentro de las claves arquetípicas de las novelas fantásticas tenemos que funcionan en mundos donde el marco de creencias suelen ser religiones teístas donde tienen una importancia vital y normalmente forma parte del contexto argumental siendo incluso troncal en la misma historia en muchos casos. De dichos dioses emanan parte de la propia magia y del razonamiento que en este caso da sentido a la trilogía inicial de Nacidos de la Bruma, la historia nos narraba la destrucción de un hombre-Dios que tiene que ser derrocado para liberar al mundo de su tiranía. Siendo Dios es ya un ser incomprendido, tirano pero a la vez protector de su pueblo, el final de los primeros tres libros deja entrever la propia venganza y el castigo para los libertadores, convertirse en dioses a la vez.
Pero en este nuevo mundo nacido de las cenizas del anterior tenemos ya un sociedad que bajo el nacimiento de la ciencia empieza a abandonar la concepción teísta y se empieza a cultivar un nuevo culto nacido de la misma ciencia, transformando un mundo teísta en un mundo de religión humanista.
Aún así los dioses y seres antiguos siguen existiendo, son reales, pero tienen una importancia menor y se vislumbra una futuro equilibrio entre la evolución natural de una sociedad gobernada por los dioses y la magia a una sociedad que se maneja por la ciencia y la tecnología. Por consecuencia el culto al Hombre y a su capacidad de dominar la naturaleza se va imponiendo.
Mientras que la realidad nos demuestra que las religiones teístas poco a poco van quedando arrinconadas por el humanismo y la ciencia que augura y propone el poder para la humanidad sin necesidad de dioses, el humanismo permite darte sentido a ese poder. Sin Dioses el mundo podría dejar de tener sentido y es en el humanismo donde encontramos sentido ante el poder que emana de la ciencia. En un mundo donde se empieza a cambiar hacia la ciencia pero donde si existen los dioses eso generaría un cambió al humanismo necesario en la realidad o se puede combina ambos. Creo que este es el filón y no otro es el que justifica esta segunda trilogía, para mi es algo brillante, original y que puede tener caminos sorprendentes. Veremos como la pluma de Sanderson cimienta y da sentido literario a todo esto.
¿Y que le añade a todo ello Sanderson ? Una historia que nos narra la persecución de un terrorista semi-dios fruto de un tiempo pasado casi imposible de capturar y los nuevos protagonistas de esta segunda serie formados por un detective más héroe que detective, su ayudante y un conjunto de secundarios, que como siempre trabaja, pule y da cuerpo como pocos escritores de fantasía actual.
Aún así es el libro con peor nota global de Sanderson, simplemente porque la historia policiaca es poco atrayente para mi gusto pero su nivel narrativo sigue no baja un ápice.
En este libro y el anterior, el autor, intenta crear una sociedad que ha evolucionado desde un mundo que vive en una era medieval, llena de magia y dioses, hacia el mismo mundo, donde los dioses se han retirado y la magia empieza a ser tratada como algo más pragmático, donde se vislumbra el gateo de una nueva era basada en la ciencia. Solo por este re-arranque ya vale la pena.
Dentro de las claves arquetípicas de las novelas fantásticas tenemos que funcionan en mundos donde el marco de creencias suelen ser religiones teístas donde tienen una importancia vital y normalmente forma parte del contexto argumental siendo incluso troncal en la misma historia en muchos casos. De dichos dioses emanan parte de la propia magia y del razonamiento que en este caso da sentido a la trilogía inicial de Nacidos de la Bruma, la historia nos narraba la destrucción de un hombre-Dios que tiene que ser derrocado para liberar al mundo de su tiranía. Siendo Dios es ya un ser incomprendido, tirano pero a la vez protector de su pueblo, el final de los primeros tres libros deja entrever la propia venganza y el castigo para los libertadores, convertirse en dioses a la vez.
Pero en este nuevo mundo nacido de las cenizas del anterior tenemos ya un sociedad que bajo el nacimiento de la ciencia empieza a abandonar la concepción teísta y se empieza a cultivar un nuevo culto nacido de la misma ciencia, transformando un mundo teísta en un mundo de religión humanista.
Aún así los dioses y seres antiguos siguen existiendo, son reales, pero tienen una importancia menor y se vislumbra una futuro equilibrio entre la evolución natural de una sociedad gobernada por los dioses y la magia a una sociedad que se maneja por la ciencia y la tecnología. Por consecuencia el culto al Hombre y a su capacidad de dominar la naturaleza se va imponiendo.
Mientras que la realidad nos demuestra que las religiones teístas poco a poco van quedando arrinconadas por el humanismo y la ciencia que augura y propone el poder para la humanidad sin necesidad de dioses, el humanismo permite darte sentido a ese poder. Sin Dioses el mundo podría dejar de tener sentido y es en el humanismo donde encontramos sentido ante el poder que emana de la ciencia. En un mundo donde se empieza a cambiar hacia la ciencia pero donde si existen los dioses eso generaría un cambió al humanismo necesario en la realidad o se puede combina ambos. Creo que este es el filón y no otro es el que justifica esta segunda trilogía, para mi es algo brillante, original y que puede tener caminos sorprendentes. Veremos como la pluma de Sanderson cimienta y da sentido literario a todo esto.
¿Y que le añade a todo ello Sanderson ? Una historia que nos narra la persecución de un terrorista semi-dios fruto de un tiempo pasado casi imposible de capturar y los nuevos protagonistas de esta segunda serie formados por un detective más héroe que detective, su ayudante y un conjunto de secundarios, que como siempre trabaja, pule y da cuerpo como pocos escritores de fantasía actual.
Aún así es el libro con peor nota global de Sanderson, simplemente porque la historia policiaca es poco atrayente para mi gusto pero su nivel narrativo sigue no baja un ápice.
Contraportada:
La sociedad de Nacidos de la Bruma ha evolucionado en una fusión de magia y tecnología en la que la economía se expande, la democracia se enfrenta a la corrupción y la religión se convierte en una potencia cultural cada vez más influyente, con cuatro fes distintas enfrentadas por la captación de conversos.
Esta sociedad tan animada y optimista, aunque todavía tambaleante, se enfrenta ahora a su primera amenaza de terrorismo, crímenes cuyo objetivo es fomentar el descontento de la clase trabajadora y avivar las llamas de los conflictos religiosos. Wax y Wayne,con la asistencia de la adorable y brillante Marasi, deberán dar al traste con la conspiración antes de que las revueltas civiles frenen por completo el progreso de Scadrial.Otras reseñas de Brandon Sanderson en ECP:
- Elantris - 997
- Legión - El alma del emperador - 988
- Serie Nacidos de la Bruma
- El imperio final - 886
- El pozo de la ascensión - 788
- El héroe de las eras - 867
- Aleación de ley - 887
- Serie Archivo de las Tormentas
- El camino de los reyes - 867
- Palabras radiantes - 877