Fichita:
Editorial: Grup Editorial AJEC
Escritor: David Gerrold
Páginas : 193
ISBN : 978-84-96013-30-8
Original : The Martian Child
Valoración: 766
Traductor : Carlos Pranger
Status : Interesante
Categoría : Otros
Precio (aprox.) : 19€
Opinión:
No es un libro con BEMs saliendo de entre las páginas para aterrorizar a niños o atacando la Tierra con platillos volantes con armas imposibles. Es... todo lo contrario. Es un libro autobiográfico, un subgénero inaudito en la ciencia ficción por obviedad.
También es un libro hermoso sobre el vínculo del amor entre padres e hijos y sobre la dificultad de conseguir cimentarlo. Un libro para reírse de los argumentos esgrimidos por ciertos sectores de la sociedad que niegan a los homosexuales la facultad para adoptar niños o la capacidad de ser padres por encima del modelos de familia más tradicionalista. Es un libro aleccionador basado en las experiencias de una persona con un objetivo vital y de como lo realiza al adoptar un niño no sólo ante el mundo con la burocracia y el papeleo necesario sino también sobre el derecho fundamental de las personas que, tengan la orientación que tengan, deben ser tratadas como eso... personas.
El libro es para lectores del género, este género nos gusta en estos lares y por tanto no molesta ni es un libro pedagógico, ni reivindicativo sobre los derechos de los homosexuales, es un tema que trata de forma tangencial y sin capítulos con retórica y ponencias sobre el tema. Se centra más bien en un aspecto algo más humano y personal; en la relación entre dos seres humanos y la gestación de una unión y un modelo para esa relación, ese vínculo convertido en una dependencia entre un padre y un hijo; superando las limitaciones de ambos. Con una capacidad de esfuerzo y de dedicación por parte del padre ejemplar.
Gerrold es un escritor de ciencia ficción que normalmente se mueve en los guiones para series sobretodo Star Trek y tiene un don para escribir diálogos certeros y definir muy bien los personajes... en las autobiografías esto es un proceso mucho más sencillo, no hay tanta fantasía ni tanta inventiva, simplemente basta con saber plasmar sensaciones y detalles encadenando palabras y frases de forma fluída de las propias experiencias. Esta escrito en primera persona lo que implica mucho al lector con los pensamientos del escritor.
El libro es una ampliación del cuento que gano en 1995 el Hugo, el Nebula en el 1994 y el Locus en el 1995, la triada de premios más importantes del género siendo una novela lejana en el género en su realismo pero con ciertas partes grises que permiten situarla dentro del género.
Pocos cuentos han conseguido tantos premios, he leído algunos de los finalistas en la categoría y siempre es un gusto personal, hay algunos mejores, pero son premios bastante merecidos.
Los niños marcianos existen y los que somos padres sabemos de que hablamos. Gerrold será de los pocos que sabe como hablar con estos marcianos... por cierto... no son verdes si sospechaban que esa es la diferencia.
También es un libro hermoso sobre el vínculo del amor entre padres e hijos y sobre la dificultad de conseguir cimentarlo. Un libro para reírse de los argumentos esgrimidos por ciertos sectores de la sociedad que niegan a los homosexuales la facultad para adoptar niños o la capacidad de ser padres por encima del modelos de familia más tradicionalista. Es un libro aleccionador basado en las experiencias de una persona con un objetivo vital y de como lo realiza al adoptar un niño no sólo ante el mundo con la burocracia y el papeleo necesario sino también sobre el derecho fundamental de las personas que, tengan la orientación que tengan, deben ser tratadas como eso... personas.
El libro es para lectores del género, este género nos gusta en estos lares y por tanto no molesta ni es un libro pedagógico, ni reivindicativo sobre los derechos de los homosexuales, es un tema que trata de forma tangencial y sin capítulos con retórica y ponencias sobre el tema. Se centra más bien en un aspecto algo más humano y personal; en la relación entre dos seres humanos y la gestación de una unión y un modelo para esa relación, ese vínculo convertido en una dependencia entre un padre y un hijo; superando las limitaciones de ambos. Con una capacidad de esfuerzo y de dedicación por parte del padre ejemplar.
Gerrold es un escritor de ciencia ficción que normalmente se mueve en los guiones para series sobretodo Star Trek y tiene un don para escribir diálogos certeros y definir muy bien los personajes... en las autobiografías esto es un proceso mucho más sencillo, no hay tanta fantasía ni tanta inventiva, simplemente basta con saber plasmar sensaciones y detalles encadenando palabras y frases de forma fluída de las propias experiencias. Esta escrito en primera persona lo que implica mucho al lector con los pensamientos del escritor.
El libro es una ampliación del cuento que gano en 1995 el Hugo, el Nebula en el 1994 y el Locus en el 1995, la triada de premios más importantes del género siendo una novela lejana en el género en su realismo pero con ciertas partes grises que permiten situarla dentro del género.
Pocos cuentos han conseguido tantos premios, he leído algunos de los finalistas en la categoría y siempre es un gusto personal, hay algunos mejores, pero son premios bastante merecidos.
Los niños marcianos existen y los que somos padres sabemos de que hablamos. Gerrold será de los pocos que sabe como hablar con estos marcianos... por cierto... no son verdes si sospechaban que esa es la diferencia.
Contraportada:
Otras reseñas en ECP:"Oh, sólo una cosa más, Dennis cree que es marciano"
Ése era el último escollo que tenía que superar David -soltero y gay- para finalizar la tarea de de adoptar un niño, tras años de dura lucha e incomprensión.
Pero, después de todo, Dennis, a pesar de haber sido abandonado al nacer, parecía un niño normal de ocho años, hasta que comenzó a pedir deseos marcianos... que se hacían realidad; o hasta que David comenzó investigar otra serie de niños con las mismas características que Dennis, y que todos, sin excepción, decían provenir de Marte...