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2012-08-22

Reseña y Opinión: Economía de la depresión (Paul Krugman) Val: 633

Fichita: 
Editorial: Crítica, S.L.
Escritor: Paul Krugman
Páginas : 203
ISBN : 978-84-7423-857-0
Original : The Return of Depression Economics
Valoración: 633
Traductor: Jordi Pascula / Ferran Esteve
Status: Leíble
Categoría: Otros  / Economía
Precio (aprox.) : 18.95     






Opinión:
 
Leer libros de macro-economía en términos de aficionados, como es mi caso, es como leer tratados de la condición humana. Me explico,  en  estos libros se  evidencia como funciona la sociedad a nivel mundial y como aquello que llamamos mercado no es ni más ni menos que el reflejo de lo que somos como especie. Nuestros miedos y nuestras  ambiciones se ven reflejadas en el comportamiento de los mercados.  Pensamos localmente y generamos efectos globalmente; casi siempre las repercusiones son enormes sin ser conscientes de lo que provoca ese granito a granito de nuestros movimientos económicos, que modifican el destino de millones de persones pasando de contextos en abundancia a miserias en tiempo récord. Al final lo que vemos es un espejo de aquellos errores que deberíamos evitar en el futuro. Y también llegas a una conclusión deprimente... pase lo que pase en economía siempre tiene una explicación lógica que parece previsible pero no es cierto.
Conclusión : Nadie puede decir lo que pasará porque el sistema tiene tal complejidad y se retroalimenta de tal manera que no existe simulación, modelo o gurú capaz de preveer las consecuencias de una decisión tomada en un momento concreto, por eso nos parece que las decisiones políticas son ligeras, poco maduras... nadie es capaz de madurarlas en el contexto porque nadie puede ser consciente de todas las ramificaciones de una decisión económica en un mundo globalizado.

Este libro es un repaso/revisión de la crisis producidas a finales de la década de los 90 en los países asiaticos y trasladando esa situación al momento actual (en este caso actual sería 2010). Como es un análisis a tiempo pasado es fácil seguir las causas, efectos y conclusiones del autor sean compartidas o no compartidas por el lector.
Es un libro bastante espeso y que pierde vigencia rápidamente, difícil de seguir y en la que pretende dar grandes soluciones y grandes errores pero que no esta claro que se puedan aplicar de la misma manera al contexto actual.

El autor que últimamente se ha puesto de moda por sus frases lapidarias y apocalípticas sobre la economía de la Eurozona es un premio Nobel  en otra disciplina;  su enfoque  Keynesiano, ha dado muchos titulares estos últimos tiempos de la que ha hablado sobre España.

Pero no se equivoquen no hay recetas milagrosas (en este libro y en todos)  sólo existe una confirmación del modelo de resolución de Keynes.

Y para quien no lo sepa Krugman es un gran aficionado a la ciencia ficción.


Contraportada:
Diez años antes de que a Paul Krugman le otorgaran el premio Nobel de Economía 2008, ya había avisado que las crisis económicas de finales de los 90 eran síntoma de la enfermedad que sufría el capitalismo global y que los males de la Gran Depresión de los años 30 del siglo XX podían reaparecer en nuestros días. Como era de temer, no se le hizo caso. Y ahora, apenas iniciado el siglo XXI, el mundo tiene que enfrentarse al desastre causado por los gestores de un sistema que debe ser puesto, de nuevo, en tela de juicio. 
Paul Krugman, que une a su lucidez y competencia técnica grandes habilidades literarias ("escribe mejor que cualquier economista desde Keynes", según Fortune) nos explica en este libro cómo y por qué han fallado los mecanismos de regulación de un sistema financiero que, saliéndose de madre, ha puesto al mundo ante la mayor crisis financiera desde el crash de 1929, y nos muestra el camino que hay que seguir para superarla. 
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2009-02-09

Artículo : La crisis mundial o va ser que la ciencia ficción tiene un oceano azul para todos


Que Paul Krugman flamante premio Nobel 2008 de economía sea un aficionado a la ciencia ficción no es un secreto. Que Paul decidiera convertirse en un economista gracias a esa afición tampoco es un secreto. Que Paul realizara, en uno de sus primeros trabajos, un estudio sobre comercio interestelar en base a bienes en tránsito a velocidades cercanas de luz, no es que sea un secreto o una anécdota es que suena a ciencia ficción en estado puro. Pero Krugman, aficionado o no, tuvo siempre presente esa relación que existe entre ciencia ficción y economía, esa capacidad de prospección, proyección y predicción que relaciona una rama literaria habitualmente ignorada como la ciencia ficción con una rama de la economía menos conocida... el de los estudios de sistemas económicos.

La serie fundación de Asimov nos habla de los psicohistoriadores que son matemáticos que actúan sobre ciertas variables para manipular el devenir de una sociedad de dimensiones cósmicas. Krugman quiso convertirse en un psicohistoriador como muchos que nos enamoramos de esa ciencia con tanto poder. Paul sólo encontró un camino para acercarse a ser lo más parecido a un psicohistoriador y fue convirtiéndose en un economista brillante, capaz entre muchas predicciones, de pronosticar en la década de los 90 la enfermedad que sufría el capitalismo global y lo que nos venía encima ya con sus primeros avisos con la gripe económica de las crisis de Japon y los dragones asiáticos de mediados de los 90 y la actual pulmonía mundial de un enfermo comatoso terminal.

Asimov conocido por las tres( o cuatro) leyes de la robótica tiene, para mi, mucho más relevancia con sus psicohistoriadores un concepto mucho más realista, que con dichas leyes de la robótica, inocentes y naif ya puestos, que sirven de ejercicio filosófico sobre la relación entre máquinas y humanos y poco más; pero los psicohistoriadores son otra cosa... como Krugman son ya una realidad de nuestro tiempo.
Cuando un director de un banco nacional o supranacional como el americano o el europeo cambia el tipo de interés genera un efecto de proporciones bíblicas en todo el mundo y luego nos hablaran de los líderes del mundo si son los políticos... falso; esos economistas convertidos en psicohistoriadores son los auténticos gestores del planeta para bien o para mal debemos esperar que sus decisiones sean acertadas.

La política de naturaleza siempre local nada puede hacer con una economía global.
Efectos sociales debastadores como el Nazismo surgieron después del shock de la gran hiperinflación alemana una maniobra económica que genero un efecto sedante y un descrédito del poder político en ese momento en el poder. O Mao en China con la revolución cultural y la llegada posterior al poder de Deng que toco los resortes económicos necesarios para convertir un país rural en una economía productiva que absorbe 100 trabajadores por minuto en las inmensas zonas industriales del litoral chino.

Los economistas convertidos en los modernos psicohistoriadores saben que las influencias en la sociedad se consigue realizando modificaciones en 'pequeñas' variables económicas para generar una cascada ligada de causas-efectos de una forma imparable, influyendo en el día a día de muchas personas... el precio del dinero, los impuestos, las retenciones, el IVA, el IPC, el IRPF, la apreciación y depreciación de las monedas, la tasas de cambio, los subsidios, la deuda pública, las pensiones ese conjunto de cifras interminables que para muchos solo son números se convierten de la noche a la mañana en cuerdas de una marioneta, en una preocupación ciudadana para poder pagar la hipotecas cada mes o simplemente subsistir y no ahogarse.

Los economistas no afectan a una persona en concreto de la misma manera pero si afectan a la sociedad en su conjunto, trabajo parecido al de un psicohistoriador.

La velocidad de circulación de la información genera cada vez más indicadores, más variables para comprender como funciona el paciente y como podemos prevenir enfermedades del sistema, aunque a veces les toque lidiar con un enfermo terminal como el actual. Si alguien lo puede arreglar son personas como Paul Krugman o Josep Stiglitz otro gran economista con capacidades psicohistóricas.

Cada gran crisis de la historia viene precedida por un cambio en la relación humana con la ciencia; que provoca a la vez una fractura, un cambio de paradigma social, un cambio en el equilibrio político mundial y en definitiva un cambio de nuestras modelo de relaciones con efectos casi eternos.

Internet es el elemento clave de la actual crisis, la capacidad de transmisión de información, bienes y dinero a una velocidad incontrolable a roto con los modelos de prevención. ha sido un elemento disruptor que no se ha digerido a tiempo.

Estamos en estado de shock, nuestro dinero se deposita en una caja de un pueblo y al minuto sirve para comprar una casa en las antípodas del mundo; los psicohistoriadores deberán añadir nuevas variables para cuidar al enfermo Krugman nos hablaba de bienes moviéndose casi a la velocidad de la luz... bueno, ya lo tenemos aquí habrá que ver si pueden lidiar con el enfermo antes que muera.

Es en la ciencia ficción donde encontraremos la inspiración para las soluciones a la crisis mundial, ese nuevo cambio, ese elemento disruptor que necesitamos para reinventarnos, puede ser la nanotecnología, la neurociencia, la creación de una energía limpia que destrone al petróleo, la genética; la capacidad de idear de la ciencia ficción, para motivar e influenciar a ingenieros, científicos, políticos y economistas es lo que precisamos para salir del pozo. Gente de mente abierta para navega por nuevos océanos en busca de nuevas fronteras.

A los que crean que la ciencia ficción muere se equivocan... se reinventa, se redibuja, cambiará de soporte y de forma pero siempre es el primero en navegar por los nuevos océanos lo cartografía y pone cimientos al faro para las nuevas generaciones; por si no se han dado cuenta ciencia ficción y creatividad son hermanos de sangre fluyen y debemos fluir también nosotros, no existe la solidez sólo la fluidez; el mantener el status quo, el conservadurismo, el inmovilismo y la negación y resistencia a cualquier barrera al cambio es simplemente inútil, cuando menos se quiere cambiar y menos aceptar los cambios, más posibilidades de ahogarse en los nuevos mares habrá.


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