Interesantísima la columna de Jack y Suzy Welch en Cinco Días.
Donde se discute si es mejor tener un buen jefe en una empresa débil, o un mal jefe en una empresa fuerte.
El matrimonio Welch afirma que, sin lugar a dudas, es mejor tener un jefe malo pero estar en una buena empresa.
Su argumentación radica en el hecho de que siempre es más fácil que desaparezca el jefe malo de tu vida que no que la empresa débil se convierta en una empresa robusta y con un futuro brillante.
En el fondo los Welch lo llevan todo al terreno de los beneficios a corto plazo o a largo plazo.
A corto plazo todo parece indicar que es mejor estar en una empresa débil donde el día de mañana no sabemos donde estaremos pero tener un buen jefe que nos permita enriquecernos, que nos permita disfrutar del trabajo, que nos permita sentirnos útiles e importantes dentro de la organización eso se transforma en una buena formación y una experiencia gratificante en el mundo profesional casi utópica.
Pero, ai, cuando pensamos en el largo plazo; porque tenemos una hipoteca que hacer frente, porque hay unos hijos que subir, porque nuestra edad no nos permite farolear sobre nuestras posibilidades fuera de la empresa, el tema cambia. Los Welch hablan de que en una gran empresa siempre es posible cambiar internamente o progresar y que si hacemos bien nuestro trabajo un mal jefe acabará por desaparecer de nuestro horizonte y conseguiremos un nuevo responsable con mayores aptitudes y que nos permita un desarrollo profesional mucho mejor.
Uff uff, la verdad es que llevo unas horas reflexionado sobre ello y cada vez veo más inconvenientes a este plantemiento.
Primero en una gran empresa no es, a veces, tan fácil como parece cambiar, y si tu jefe te la tiene jurada puede que el siguiente jefe reaccione igual debido a los informes que recibe. Puede costar una eternidad conseguir ganarte su confianza si tu anterior jefe te ha menospreciado. Además cambiar dentro de una empresa por malestar con un jefe puede dejarte una marca en tu expediente que cuesta erradicar. Por otro lado un jefe puede ser bueno para sus superiores y nefasto para ti, anulando tu trabajo y recibiendo el todos los honores con lo cual puede que no sea tan seguro que desaparezca de tu vida y perpetuar la situación de malestar.
Ademas habría que discutir sobre lo que es o no es una empresa débil, que da para llenar un libro.
Los Welch comentan que un buen jefe en una empresa débil acabará por irse porque tendrá nuevos objetivos que la pequeña empresa no va a poder absorber. Al final acabarás con un nuevo jefe, y como los buenos no son muy habituales, probablemente será peor que el que tenías por lo tanto todo nos lleva al peor de los escenarios: empresa débil y mal jefe.
Pero yo diría, que puestos a poner escenarios, puede ocurrir que si ese jefe confía en ti, si existe cierta química entre los dos, puede arrastrarte a la nueva empresa, formando parte de su equipo. ¿ Quién te va ha dar mejores referencias ?
La verdad es que no existe una respuesta única a este dilema planteado.
El mejor escenario es: una buena empresa y un buen jefe y que no se mueva nada. Más vale loco conocido que sabio por conocer dice el refrán. Así que si tuviera que escoger me decanto por la empresa débil con un buen jefe. En contraposición a lo postulado por los Welch.
Para mí el escenario al que deberíamos aspirar y que debe ser nuestro objetivo es el de buena empresa, buen jefe. Partiendo de esta premisa prefiero tener un buen jefe y una empresa débil y juntar esfuerzos para alcanzar el objetivo común de encontrar la empresa adecuada que intentar sobrevivir en una gran empresa con un jefe toca cojones, con perdón.
Cuando tenga 40 años cambiaré de opinión, lo sé.
Pero con 33 aún me veo con ganas de ir de farol y pensar que tengo opciones en el mercado del trabajo, prefiero quedarme con el buen jefe.
En mi caso opté en su día por un mejor jefe que una empresa grande con mal jefe y no me arrepiento. A la larga si el trabajo es bueno, una gran empresa también puede comprar la pequeña, esta opción nos lleva al mejor de los escenarios así que la elección no es fácil.
Otros artículos en ECP : Leyes inmutables del marketing, La globalización bien entendida.
Technorati Tags : jefes, empresa, trabajo.
Donde se discute si es mejor tener un buen jefe en una empresa débil, o un mal jefe en una empresa fuerte.
El matrimonio Welch afirma que, sin lugar a dudas, es mejor tener un jefe malo pero estar en una buena empresa.
Su argumentación radica en el hecho de que siempre es más fácil que desaparezca el jefe malo de tu vida que no que la empresa débil se convierta en una empresa robusta y con un futuro brillante.
En el fondo los Welch lo llevan todo al terreno de los beneficios a corto plazo o a largo plazo.
A corto plazo todo parece indicar que es mejor estar en una empresa débil donde el día de mañana no sabemos donde estaremos pero tener un buen jefe que nos permita enriquecernos, que nos permita disfrutar del trabajo, que nos permita sentirnos útiles e importantes dentro de la organización eso se transforma en una buena formación y una experiencia gratificante en el mundo profesional casi utópica.
Pero, ai, cuando pensamos en el largo plazo; porque tenemos una hipoteca que hacer frente, porque hay unos hijos que subir, porque nuestra edad no nos permite farolear sobre nuestras posibilidades fuera de la empresa, el tema cambia. Los Welch hablan de que en una gran empresa siempre es posible cambiar internamente o progresar y que si hacemos bien nuestro trabajo un mal jefe acabará por desaparecer de nuestro horizonte y conseguiremos un nuevo responsable con mayores aptitudes y que nos permita un desarrollo profesional mucho mejor.
Uff uff, la verdad es que llevo unas horas reflexionado sobre ello y cada vez veo más inconvenientes a este plantemiento.
Primero en una gran empresa no es, a veces, tan fácil como parece cambiar, y si tu jefe te la tiene jurada puede que el siguiente jefe reaccione igual debido a los informes que recibe. Puede costar una eternidad conseguir ganarte su confianza si tu anterior jefe te ha menospreciado. Además cambiar dentro de una empresa por malestar con un jefe puede dejarte una marca en tu expediente que cuesta erradicar. Por otro lado un jefe puede ser bueno para sus superiores y nefasto para ti, anulando tu trabajo y recibiendo el todos los honores con lo cual puede que no sea tan seguro que desaparezca de tu vida y perpetuar la situación de malestar.
Ademas habría que discutir sobre lo que es o no es una empresa débil, que da para llenar un libro.
Los Welch comentan que un buen jefe en una empresa débil acabará por irse porque tendrá nuevos objetivos que la pequeña empresa no va a poder absorber. Al final acabarás con un nuevo jefe, y como los buenos no son muy habituales, probablemente será peor que el que tenías por lo tanto todo nos lleva al peor de los escenarios: empresa débil y mal jefe.
Pero yo diría, que puestos a poner escenarios, puede ocurrir que si ese jefe confía en ti, si existe cierta química entre los dos, puede arrastrarte a la nueva empresa, formando parte de su equipo. ¿ Quién te va ha dar mejores referencias ?
La verdad es que no existe una respuesta única a este dilema planteado.
El mejor escenario es: una buena empresa y un buen jefe y que no se mueva nada. Más vale loco conocido que sabio por conocer dice el refrán. Así que si tuviera que escoger me decanto por la empresa débil con un buen jefe. En contraposición a lo postulado por los Welch.
Para mí el escenario al que deberíamos aspirar y que debe ser nuestro objetivo es el de buena empresa, buen jefe. Partiendo de esta premisa prefiero tener un buen jefe y una empresa débil y juntar esfuerzos para alcanzar el objetivo común de encontrar la empresa adecuada que intentar sobrevivir en una gran empresa con un jefe toca cojones, con perdón.
Cuando tenga 40 años cambiaré de opinión, lo sé.
Pero con 33 aún me veo con ganas de ir de farol y pensar que tengo opciones en el mercado del trabajo, prefiero quedarme con el buen jefe.
En mi caso opté en su día por un mejor jefe que una empresa grande con mal jefe y no me arrepiento. A la larga si el trabajo es bueno, una gran empresa también puede comprar la pequeña, esta opción nos lleva al mejor de los escenarios así que la elección no es fácil.
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karina
ResponderEliminargracias para este blog esto es realmente interessant
buena continuación
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Crédito sin Comisión
juan
ResponderEliminarhola
su blog es super.
Bravo
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Refinanciación Crédito
Gracias a los dos.
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