Segunda novela de la serie Mundo Río.
En Mundo Río un planeta donde toda la humanidad renace y cada vez que se muere uno vuelve a nacer en el Río, donde el alimento es entregado por un champiñones gigantes mediante unos cilindros que se llenan cada día. No hay enfermedades, no hay nacimientos, el tiempo es controlado y cada día llueve un poquito todo es verde, parece el Edén. De hecho debería ser el Edén pero la humanidad es la humanidad y el esclavismo, las torturas, las viejas rencillas, las mismas ambiciones, mezquindades y deseos que marcaron la vida de los hombres en la Tierra persisten en este nuevo mundo idílico donde ni la muerte es una liberación. Cada muerte devuelve un renacimiento en otro punto del río y vuelta a empezar.
Un mundo manipulado donde no existen minerales para poder desarrollar una civilización más avanzada. Pero que a partir de un meteorito que se estrella en el planeta surge la posibilidad de conseguir mineral y con ello crear armas mucho más poderosas, barcos y aviones.
Nuestro protagonista se embarca en una aventura para conseguir dicho mineral y construir un barco inmenso que le permita navegar hasta las fuentes del inmenso río y descubrir que hay detrás de este mundo ficticio y las inquietantes intenciones de sus creadores.
Esta novela a diferencia de su predecesora pierde el encanto de descubrir como funciona Mundo Río. Y precisamente la falta de sorpresas hace patente y visible las limitadas cualidades del segundo volumen. Que falla bastante y se convierte en una novela bastante vulgar
El escritor podría haber realizado un mejor trabajo construyendo personajes mejor definidos y sólidos. Pero Farmer convierte la novela en una aventura a lo
Robin Crusoe donde la supervivencia inicial, la colonización y la busqueda de los elementos necesarios para transformar la naturaleza al antojo del protagonista es su único interés. Nunca consigues empatizar con los personajes todo es demasiado forzado. La novela transcurre con fuertes rupturas de continuidad argumental, la novela no fluye, brinca y marea. Con diferencies lineas argumentales que desaparecen sin estar correctamente cerradas y sin ninguna explicación de porque se rompen, callejones sin salida que despistan al lector nada más, nunca consigues meterte en la novela.
Sin incidir en los saltos tecnológicos que se presuponen para conseguir según que avances que son literalmente imposibles en un escenario como el planteado.
La simple aparición de personajes históricos a los que les suponemos fuertes y complejas personalidades como
Ulises,
Cyrano de Bergerac,
Juan sin Tierra,
Erik Hacha Sangrienta no le dan ninguna profundidad a la novela y son personajes que teniendo muchas posibilidades acaban siendo muy superficiales, poco solidos y solamente sirven para darle replica al protagonista.
Parecen novelas escritas por escritores distintos.
En fin un pequeño desastre lejos de la calidad de su predecesora.