Tercera entrega traducida al castellano de la Serie Honor Harrington de ciencia ficción de caracter militar y aproximamente con unas 330 páginas.
Ciencia ficción militar; y es Militar porque fundamenta parte de las sorpresas argumentales bajo las disposiciones tácticas de naves y armamentos siempre ligados a una exactitud documentada y apelativa, incluso en un anexo final al libro, que debería leerse al principio de la novela y no al final, para justificar los giros sorpresivos y tácticas militares narradas en la novela.
Mientras que en la primera novela, En la Estación Basilisco, el ingenio de la protagonista y en definitiva gran parte de la novela giraba entorno a ella y sus cualidades como estratega; en el segundo volumen, El honor de la reina, el tratamiento era muy parecido al primero; en esta tercera entrega el protagonismo de la novela esta más repartido, las connotaciones políticas y sociales están más cimentadas y aposentadas al más puro estilo space-opera, dando a la novela un contexto más creíble pero que irremediablemente afecta al tono aventurero del inicio de la serie, aunque con poca intensidad y Honor tiene un papel menos absorvente.
Otro de los elementos nuevos que aporta la novela respecto a sus predecesoras es que las tácticas militares aquí se desarrollan con divisiones de naves, así las estrategias son más desarrolladas y complejas, donde la figura más importante no son los capitanes sino los almirantes. Honor Harrigton es un Patrick O'Brian espacial.
Una novela de aventuras, juvenil hasta cierto punto, de una calidad literaria más que discutible pero... que narices, para quien le gusten las novelas de aventuras es desintoxicadora y se lee con facilidad, pasa bien porque no nos obligan a estar muy encima de ella y es ideal para acompañarnos en el metro o en el bus. No muy alejada de las novelas de aventuras clásicas y arquetípicas, Weber añade siempre la muerte de personajes secundarios aunque de relieve dando credibilidad y un sentido real a las batallas, personajes que nos caen bien, que son valerosos, trabajadores, personajes que generan empatía son eliminados sin contemplaciones porque la guerra es injusticia, injusticia hasta para esos personajes que desfilan dejándonos claro que la adrenalina que segregamos leyendo los combates y las batallas hay que dejarla en la ficción donde los personajes quedan duramente estigmatizados y traumatizados por dichas muertes tal y como en la realidad tambien sucede.
Mientras que en la primera novela, En la Estación Basilisco, el ingenio de la protagonista y en definitiva gran parte de la novela giraba entorno a ella y sus cualidades como estratega; en el segundo volumen, El honor de la reina, el tratamiento era muy parecido al primero; en esta tercera entrega el protagonismo de la novela esta más repartido, las connotaciones políticas y sociales están más cimentadas y aposentadas al más puro estilo space-opera, dando a la novela un contexto más creíble pero que irremediablemente afecta al tono aventurero del inicio de la serie, aunque con poca intensidad y Honor tiene un papel menos absorvente.
Otro de los elementos nuevos que aporta la novela respecto a sus predecesoras es que las tácticas militares aquí se desarrollan con divisiones de naves, así las estrategias son más desarrolladas y complejas, donde la figura más importante no son los capitanes sino los almirantes. Honor Harrigton es un Patrick O'Brian espacial.
Una novela de aventuras, juvenil hasta cierto punto, de una calidad literaria más que discutible pero... que narices, para quien le gusten las novelas de aventuras es desintoxicadora y se lee con facilidad, pasa bien porque no nos obligan a estar muy encima de ella y es ideal para acompañarnos en el metro o en el bus. No muy alejada de las novelas de aventuras clásicas y arquetípicas, Weber añade siempre la muerte de personajes secundarios aunque de relieve dando credibilidad y un sentido real a las batallas, personajes que nos caen bien, que son valerosos, trabajadores, personajes que generan empatía son eliminados sin contemplaciones porque la guerra es injusticia, injusticia hasta para esos personajes que desfilan dejándonos claro que la adrenalina que segregamos leyendo los combates y las batallas hay que dejarla en la ficción donde los personajes quedan duramente estigmatizados y traumatizados por dichas muertes tal y como en la realidad tambien sucede.
Valoracion : 676
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